En nuestro último post os explicábamos las claves básicas para saber tomar medidas antes de confeccionar una prenda de ropa. Por eso, hoy queremos dedicar nuestro post a una de las técnicas básicas de confección: el dobladillo.
Hacer un dobladillo a mano es muy sencillo. Antes de nada hay que probarse la prenda para calcular la medida que queremos acortar y marcarla correctamente con alfileres teniendo en cuenta que si se trata de una prenda de algodón, por ejemplo, se encojerá con la primera lavada. Por eso, para evitar sustos, siempre se recomienda hacer los dobladillos después de la primera lavada.
La línea que marquen estos alfileres será la línea por la que coseremos por el interior de la prenda para que la costura no quede a la vista. Para evitar marcas o pequeñas arrugas hay que coser el hilo sin tensarlo demasiado y dando puntadas pequeñas. A continuación hay que repasar la prenda por el lado derecho.
Para según qué prendas, como unos pantalones tejanos o una chaqueta gruesa, necesitarás hacer el dobladillo a máquina siguiendo los mismos pasos que con el dobladillo a mano y prestando especial atención a no tensar demasiado el hilo.
Si lo tuyo no es la aguja y el hilo o te ha surgido un imprevisto y no llegas a tiempo de hacerte el dobladillo, siempre te quedan soluciones como sujetar el dobladillo en el interior con imperdibles o bien con una cinta termoadhesiva como las que encontrarás en nuestra mercería online.
Por cierto, estas bandas también pueder usarse para los bajos de una cortina, siempre que sea de un tejido fino y poco pesado. Es un sistema rápido y sencillo para cortar las cortinas a la medida que desees y que podrás rectiticar fácilmente siempre que lo desees.