Existen dos tipos:

1. Glacé:
Del francés glacé, este tejido de seda se caracteriza por su aspecto mate y su peculiar sonido similar al crujido de papel cuando se manipula, una cualidad distintiva que aporta un toque de sofisticación. Está confeccionado con ligamento tafetán y teñido en hilo, lo que asegura un color uniforme y vibrante.

• Usos: vestidos elegantes, cintas decorativas, lazos y adornos para moda y accesorios.

2. Glacé:
Versión elaborada en rayón o algodón que imita el aspecto y tacto de seda. Para lograr esta similitud, se aplican aprestos y técnicas específicas de acabado que emulan el brillo suave y la textura característica del glacé auténtico.

• Usos: vestidos de precio más accesible, decoraciones, cintas y artículos donde se busca una alternativa económica pero refinada.

Diferencias:

• El de seda auténtico se distingue por su calidad y su sonido característico, siendo un material de lujo.
• La versión en rayón o algodón es una alternativa más económica, adecuada para aplicaciones similares en moda y decoración.