Glosario de Términos

La tela de calicó es un tipo de tejido de algodón de peso medio que se caracteriza principalmente por su textura lisa y por tener una estructura relativamente poco densa. Esta combinación le otorga una suavidad agradable al tacto y, al mismo tiempo, una gran versatilidad para múltiples usos.
Tradicionalmente, el calicó se confecciona empleando hilaza de tamaño medio, aunque en algunas ocasiones se incorpora una base de lino para reforzar la tela o darle un acabado ligeramente distinto. Gracias a estas características, se ha consolidado como un tejido práctico, funcional y, sobre todo, económico, lo que ha favorecido su popularidad a lo largo del tiempo.

Este tejido se comercializa en una amplia variedad de presentaciones, lo que permite que pueda adaptarse a diferentes necesidades. Su versión más básica es el calicó sin teñir, que conserva el color natural del algodón y suele utilizarse como material base en la elaboración de prototipos o en proyectos de costura donde el aspecto visual no es la prioridad. Sin embargo, también se encuentra disponible en versiones teñidas y estampadas, que incorporan diseños decorativos. Estos estampados pueden variar desde motivos sencillos, como pequeñas flores o figuras geométricas, hasta patrones más elaborados que permiten crear prendas y artículos con un estilo más personalizado y atractivo. Esta diversidad convierte al calicó en una opción muy flexible tanto para aficionados a la costura como para profesionales del sector textil.
En cuanto a sus usos, el calicó es especialmente popular en la confección de prendas informales, como vestidos ligeros y cómodos, blusas o ropa de uso cotidiano. También se utiliza en la elaboración de delantales, que requieren un material resistente pero no demasiado pesado, así como en la creación de banderas y otros artículos decorativos de bajo coste. Su bajo precio y su facilidad para manipularlo hacen que sea un tejido ideal para proyectos de manualidades, especialmente para quienes están aprendiendo técnicas de costura. Además, es una elección frecuente en el mundo de la tapicería ligera, donde se emplea para cubrir sillas, cojines u otros elementos decorativos que no necesitan materiales demasiado gruesos.


Aunque en ocasiones se le denomina erróneamente “ropa de algodón”, el calicó se distingue de otros tejidos por ser una opción sencilla, funcional y accesible. No se trata de un tejido lujoso ni de alta gama, sino de un material pensado para usos prácticos y cotidianos. Esta simplicidad, lejos de ser una desventaja, es precisamente lo que lo hace tan popular, ya que permite a los consumidores y artesanos contar con un recurso asequible para una amplia variedad de proyectos. Además, su composición natural lo convierte en una alternativa respetuosa con la piel y, dependiendo de su proceso de fabricación, puede ser más sostenible que otros textiles sintéticos.

En resumen, el calicó es un tejido que combina funcionalidad, economía y versatilidad. Su textura suave, su disponibilidad en diferentes acabados y su facilidad para trabajar con él lo convierten en una elección muy apreciada en la confección de prendas, artículos decorativos y proyectos de costura creativa. Ya sea para fabricar ropa informal, desarrollar prototipos, practicar costura o realizar manualidades, el calicó sigue siendo un material indispensable que ha mantenido su relevancia a lo largo de los años gracias a su practicidad y a la variedad de posibilidades que ofrece.