Tejido de textura abotonada e irregular, caracterizado por pequeños bucles o nudos en su superficie, creados a partir de hilos de fantasía. Este diseño distintivo proporciona una apariencia única y un tacto suave, a la vez que añade volumen y calidez a las prendas.

El buclé se confecciona comúnmente con una variedad de fibras que aportan diferentes características al tejido:

• Lana: para versiones cálidas y resistentes, ideales para abrigos y prendas de invierno.
• Algodón: utilizado para versiones más ligeras y transpirables, aptas para climas cálidos o interiores.
• Poliéster y otras fibras sintéticas: aportan durabilidad, facilidad de mantenimiento y una mayor gama de colores y acabados.
• Mezclas de fibras: como lana con poliéster o algodón con acrílico, que combinan las mejores propiedades de cada material, ofreciendo comodidad, resistencia y estilo.

El buclé se emplea principalmente en la confección de vestidos, abrigos y trajes femeninos, siendo muy popular en la moda de lujo. Además, en decoración se utiliza en tapicerías y cojines, donde su textura añade un toque acogedor y contemporáneo.